El público está inundado con anuncios de productos de todo tipo que hacen diversas afirmaciones concernientes a la salud; prometen desde la pérdida de peso, hasta la cura del cáncer, pasando por mejoras a la memoria y la cura de las alergias. Aunque se dice que los jóvenes son los consumidores más significativos de este mercado, por ser los más empapados con toda esta era de propaganda multimedia junto con el deseo de ser más delgados, más fuertes o tener mayor resistencia atlética; no hay que descartar que su uso tampoco es del todo despreciado por los mayores.
La efedra, por ejemplo, es el principio activo de la planta Ephedra sinica, de la cual también deriva la efedrina y a partir de esta producen algunos derivados como las anfetaminas. Los efectos de estas sustancias en el individuo son similares a los de la adrenalina y noradrenalina: son básicamente estimulantes. Pero no confundamos. El hecho de que el principio activo provenga de una planta y que su efecto sea parecido al de una sustancia endógena no significa en ningún momento que su consumo esté libre de todo riesgo.
La FDA ha estado teniendo dificultades en la regulación de la manufactura y el mercadeo los productos que contienen efedra, junto con otros suplementos nutricionales, porque son vendidos precisamente como suplementos y no como fármacos. Muchas de las etiquetas resultan muy vagas. Las promesas y alegaciones no son muy claras y frecuentemente siguen afirmaciones como esta: “Esta declaración no ha sido evaluada por la FDA”; y de esta forma los fabricantes de suplementos dietéticos y remedios herbales merodean la realidad. Ya podrían aprobarse leyes para imprimir etiquetas fáciles de comprender. Dado que nuestras normativas sanitarias son una grosera extrapolación de las de Estados Unidos, podemos deducir cómo están la situación un poquito más al sur.
La alternativa que surge mientras se legalizan las cosas es despertar el sentido común en la población, pues al parecer la “simple información” no es suficiente, ya que el consumo de estas sustancias –sabiendas o no de la relación riesgo/beneficio- es común hasta en los entendidos en la materia . Aquí lo que cabe es preguntarnos qué tan ciertas son las afirmaciones en cuanto a los resultados de un producto, en caso de haber beneficios, qué factores pueden estar condicionándolos y hasta cuándo pueden durar; en una sola palabra: EFECTIVIDAD.
Otro asunto, justamente sería ir un poquito más allá. Siguiendo con el mismo ejemplo, los preparados con efedra señalan algunas contraindicaciones. Quizá no estaría de más “profundizar levemente” por qué están contraindicados en cierto tipo de pacientes, probablemente esta información ayude a inferir a qué se debe el efecto que experimentamos al ingerir la sustancia.
Y así como la efedra, hay cualquier cantidad de compuestos que están a la venta libremente, unos más inocuos que otros; sin embargo no es para nada imprudente asumir una postura aprensiva antes de adquirir cualquier cosa. No se trata de incredulidad cerrada y ciega, es más bien un poco de escepticismo.
1.30.2005
1.29.2005
lucubraciones personales
Me acabo de enterar con profundo pesar del próximo estreno de una segunda película que busca representar el libro de Roald Dahl, Charlie and the Chocolate Factory.
Nunca leí la novela, finalmente se hacia innecesario y no porque la película supere al libro, eso no lo sé. Lo que sí sé es que desde que tengo memoria, como hasta cuando cumplí 10 (o por ahí) cada día del niño pasaban la película por la tele; por lo que Willy Wonka –pero sobretodo los Oompa Loompas- son toda una institución en mis recuerdos.
Tengo que confesar que generalmente suelo tener reservas respecto a las producciones Hollywoodenses, y más cuando se trata de reciclar personajes porque simplemente pierden la gracia. Es por eso que saber que hay una nueva de Willy Wonka echa por tierra todas mis expectativas, deja esa sensación como la que queda después de muchos años “de muerta la abuela”... qué lastima!
La trama, así muy por encima, trata de un niño de una familia muy pobre, Charlie Bucket, que después de comprar dos barritas de chocolate gana uno de los cinco pases para visitar la fábrica de Willy Wonka: un tipo misterioso, de quien se explican muchas historias pero que muy pocos han conocido. Los otros cuatro ganadores no son niños tan virtuosos como Charlie. Cada uno tiene un pequeño vicio que Wonka, con la colaboración de sus Oompa Loompas por supuesto, ayuda a redimir.
Aquí va el trailer de la nueva película, en el que no he visto ni uno sólo de los imprescidibles Oompa Loompas... Ahhhh la ideología Oompa Loompas y sus moralejas...
Nunca leí la novela, finalmente se hacia innecesario y no porque la película supere al libro, eso no lo sé. Lo que sí sé es que desde que tengo memoria, como hasta cuando cumplí 10 (o por ahí) cada día del niño pasaban la película por la tele; por lo que Willy Wonka –pero sobretodo los Oompa Loompas- son toda una institución en mis recuerdos.
Tengo que confesar que generalmente suelo tener reservas respecto a las producciones Hollywoodenses, y más cuando se trata de reciclar personajes porque simplemente pierden la gracia. Es por eso que saber que hay una nueva de Willy Wonka echa por tierra todas mis expectativas, deja esa sensación como la que queda después de muchos años “de muerta la abuela”... qué lastima!
La trama, así muy por encima, trata de un niño de una familia muy pobre, Charlie Bucket, que después de comprar dos barritas de chocolate gana uno de los cinco pases para visitar la fábrica de Willy Wonka: un tipo misterioso, de quien se explican muchas historias pero que muy pocos han conocido. Los otros cuatro ganadores no son niños tan virtuosos como Charlie. Cada uno tiene un pequeño vicio que Wonka, con la colaboración de sus Oompa Loompas por supuesto, ayuda a redimir.
Aquí va el trailer de la nueva película, en el que no he visto ni uno sólo de los imprescidibles Oompa Loompas... Ahhhh la ideología Oompa Loompas y sus moralejas...
Oompa Loompa, doompadee doo
we have a perfect puzzle for you.
oompa Loompa, doompadee dee
if you are wise you will listen me.
we have a perfect puzzle for you.
oompa Loompa, doompadee dee
if you are wise you will listen me.