El gobierno mexicano ha emitido una especie de folleto muy colorido, con ilustraciones en estilo comic, en el que se proporcionan algunos consejos de seguridad al cruzar la frontera y se dan a conocer derechos que tiene el emigrante al momento de estar fuera del país.
Se muestran imágenes, demasiado gráficas (si cabe el adjetivo), de indocumentados fornidos y saludables cruzando un río, escpando de la patrulla fronteriza. Se aconseja caminar en horas donde la intensidad del sol es menor, mezclar el agua con sal para evitar deshidratación. Sugiere además que el emigrante, una vez en E.E.U.U. sostenga una rutina de vida "del trabajo a la casa" al menos mientras se soluciona su situación legal e intente no llamar la atención, que se aleje de riñas, lugares ruidosos, etc., además de incluir una sección con algunas observaciones en caso ser atrapado por las autoridades.
Hay quienes sostienen que el documento alienta a las personas a salir del país ilegalmente. Pero sus creadores dejan muy claro en la última página del impreso que la intención no es promover "el cruce de mexicanos sin la documentación legal requerida por el gobierno de los Estados Unidos; su objetivo es dar a conocer los riesgos que ello implica e informar sobre los derechos de los migrantes sin importar su residencia legal"; pero no da consejo alguno acerca de cómo se consigue una visa. Lo cierto es que el mensaje se torna ambiguo.
Realidades. A quién beneficia la migración.
Los emigrantes son sujeto de una suerte de fragilidad administrativa por lo que son un blanco fácil de explotación; de manera que contratar a personas en esta situación de una u otra forma se traduce en ganancia para el empresario. Mientras tanto, el recurso de exportación más valioso para los estados son los emigrantes, pues al tratarse de gente que envía dinero a sus países natales para proteger a sus familias, cumpliendo con responsabilidades que le corresponden al gobierno.
Al mismo tiempo, en E.E.U.U. se crean "leyes de seguridad nacional" que impiden al indocumentando pasar a un status legal, negándole el acceso a niveles profesionales, educación a la vez que se le niegan derechos y deberes de un trabajador natural de la región.
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