12.29.2008

Llevo las manos llenas de oquedad, y aunque suene a contradicción, en una tengo un puñado de frustraciones y en la otra un puñado de historias que me gustaría dejar por aquí, pero el trabajo no da tregua y el tiempo no perdona y Cristo mandó al personal a agarrar una cruz y a seguirlo y así todo va como va.
Aunque no hay consuelo que valga, sigue siendo enntre bizarro y lindo cuando una parturienta te dice después de haber dado a luz, que ha sido la vez en la que mejor la han tratado. Supones que sabe de lo que habla cuando ya ha parido 5 veces y en efecto te alivias porque te das cuenta que hay ocasiones en las que pese a todo logras disimular.

12.23.2008

Little People y el Fisher-Price Town

Una Texaco de mala muerte.
Una muerta con prisa sobre una moto, urgida de llegar al hospital donde le pagan por repartir vida a quien se permita vencer a la muerte y a la enfermedad.
Un taxideral que se atraviesa y solicita imperiosamente combustible.
- Voy al hospital, llevo es una emergencia.
Una chola encinta va prorrumpiendo lamentos de labor de parto.
La muerta descubre que ambas tienen igual destino. Se adelanta y la espera en el hospital.
Fue hembra, le dijo.

12.16.2008

pie pequeño, mano pequeña

El secreto de mi no-éxito en sala de partos es que tengo un dedo indice que de a vainilla mide 2.5 pulgadas, con lo cual resulta harto dificil alcanzar a ver qué tan dilatada estan las parturientas en cuestion. Por tanto, solicito apremiantemente que una mano responsable tacte a las señoras pacientes. En los casos en los que estoy sola contra el cruel destino de una paciente en labor, me pierdo en el mundo de las ideas y se me ocurren cosas como esta.