12.29.2008

Llevo las manos llenas de oquedad, y aunque suene a contradicción, en una tengo un puñado de frustraciones y en la otra un puñado de historias que me gustaría dejar por aquí, pero el trabajo no da tregua y el tiempo no perdona y Cristo mandó al personal a agarrar una cruz y a seguirlo y así todo va como va.
Aunque no hay consuelo que valga, sigue siendo enntre bizarro y lindo cuando una parturienta te dice después de haber dado a luz, que ha sido la vez en la que mejor la han tratado. Supones que sabe de lo que habla cuando ya ha parido 5 veces y en efecto te alivias porque te das cuenta que hay ocasiones en las que pese a todo logras disimular.

12.23.2008

Little People y el Fisher-Price Town

Una Texaco de mala muerte.
Una muerta con prisa sobre una moto, urgida de llegar al hospital donde le pagan por repartir vida a quien se permita vencer a la muerte y a la enfermedad.
Un taxideral que se atraviesa y solicita imperiosamente combustible.
- Voy al hospital, llevo es una emergencia.
Una chola encinta va prorrumpiendo lamentos de labor de parto.
La muerta descubre que ambas tienen igual destino. Se adelanta y la espera en el hospital.
Fue hembra, le dijo.

12.16.2008

pie pequeño, mano pequeña

El secreto de mi no-éxito en sala de partos es que tengo un dedo indice que de a vainilla mide 2.5 pulgadas, con lo cual resulta harto dificil alcanzar a ver qué tan dilatada estan las parturientas en cuestion. Por tanto, solicito apremiantemente que una mano responsable tacte a las señoras pacientes. En los casos en los que estoy sola contra el cruel destino de una paciente en labor, me pierdo en el mundo de las ideas y se me ocurren cosas como esta.

11.29.2008

Otra vez sopa

- Doctora W! A ver si viene a evaluarme a Yari que está como sangrando ¿?

Eso fue todo para el campeón. Ese día estaba de turno cubriendo esa desconocida sala. No tenía idea quién era Yari ni qué razones la mantenían enclaustrada en ese lugar. Lo único que sabía es que no podía atenderla de inmediato. Por delante tenía todo un pliego lleno de obligaciones para con otros pacientes de estricto cumplimiento. Atendí las cosas más importantes y en 20 minutos estuve con Yari.

Yari.

Yari era una niña que fácilmente podría tener 10, 12, 15 años. Difícil saberlo con seguridad con nada más verla. Lo cierto es que su aspecto gritaba cronicidad y corticoides: cortita de estatura, extremidades delgadas, piel fragil, abdomen prominente, tórax como un tonel. Tenía en el cuello su huequito de traqueostomía, adaptado fielmente, como una lapa a una roca, a un ventilador mecánico que le abanicaba desfaroradamente ese par de pulmoncitos.

Cuando llegué entre la madre y la enfermera la levantaron un poquito para que viese de donde sangraba. La piel de su espalda era cauchosa y con manchas y de un lado habia un agujerito, como de medio milimetro de diámetro del que salia sangre a presión, un impetuoso chorrito con trayectoria de proyectil. Verifiqué que la niña no estuviese inestable, le puse volumen, tapé la herida y consulté con el caporal al mando. Cuando me llamó me dijo tan tranquilamente que el pronóstico de Yari era reservado, me recomendó alguna que otra cosa, pero cero maniobras heroicas.
No había yo cerrado el telefóno cuando las enfermeras me piden a gritos que llame al doctor, que venga, rápido, urgente. Fui a ver. En ese momento, Yari ya no tenía presión, estaba pálida, fría, boqueaba, Yari ya era la muerte. Su madre, deshecha y embarazada a término fue sacada del rinconcito que Yari compartía con dos enfermos más. Pasaba el tiempo y los médicos residentes no venían. Yo sabía que no vendrían, que ese paquete era mío y que a la vez no haría nada con él, salvo poner cara de circunstancias y ganarme la empatía de las enfermeras quienes ya la lloraban como si fuese su hija, su hija que cumplía años al día siguiente.

11.11.2008

La impotencia es como una autopista con destino a la desesperación. Rápidamente creo que empiezo a acercarme a ese peligroso punto en el que decides que las cosas que antes eran consideradas importantes ya no lo son tanto y puedes pasar de muchas de ellas, incluso en contra de tus más arraigados principios

Y en verdad, no suena bien pero lo cierto es que a fuerza de impotencia y de algunas otras pocas cosas estoy al borde de ampararme bajo el paraguas de lo alternativo y de hoy en más cuando en un turno* me llame algun personal de salud (sea lo que sea) para atormentarme con las agonías y aflicciones es algún paciente, acudir presta, no con un esfigmomanómetro en mano, sino con un manual de Reiki y de sanación espiritual. Si algo no funciona siempre podrá ser atribuído a la falta de fe de alguna de las partes.

*guardia, para nuestro publico internacional

11.04.2008

A mis soledades voy, de mis soledades vengo

¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!
Lope

Puesta a punto para soportar insanamente el infierno

Usted debe:

Saberlo todo.
Ser incapaz de hacer un mal gesto a nadie.
Ser un derroche de amabilidad y simpatía por doquier.
Acepte sugerencias de donde quiera que lluevan, y de la forma que vengan. Reiteramos: no se vale airarse ni ripostar.
Independiente al hecho de que no haya dormido, comido o vivido en las ultimas 48 horas, más trabajo nunca será sinónimo de una carga.

10.23.2008

Con una actitud afable y esa proyección que solo tiene quien conoce o pretende conocer de lo que habla, tomó el micrófono el Dr. O. Experto, especialista en superespecialidad espacial. El tópico: diarrea crónica. Con un léxico bastante potable desarrolló su tema de la mejor forma que pudo explicando las últimas tendencias y guías internacionales para el manejo de esta patología tan común en nuestro medio. Tanto así que extendió una cordial invitación a todos los médicos de atención primaria a hacer uso de la Escala de Heces de Bristol, una versátil clasificación de las evacuaciones según su consistencia. De tal forma que como médico de vanguardia el Dr. Experto se sienta en su consultorio y muestra a sus pacientes un gráfico muy semejante a este, esperando pues que las personas identifiquen su número ganador.




Yo, como quiero ser una médica de avanzada, si alguna vez llego a tener un consultorio, bajo santo juramento hoy les digo que para evitar equívocos y confusiones, tendré a disposición modelos en acrílico.

10.08.2008

Simón dice

...que no tengas vida.

10.07.2008

Entonces justamente frente a sí tenía toda esa mole de forja y concreto. Un muro más alto de lo que la inflación, que ya es mucho decir. Imposible saber su grosor, pero fácil sospecharlo, mientras que su extensión, a pesar de ser un misterio, se adivinaba interminable.

Tan sola como la cripta de un viejo sin familia, empezó a desesperarse, no sabía que hacer. No podía rodearlo, y aunque de arriba caía una suerte de cuerda, no estaba segura si convenía agarrarla. De la forma que la tomara, la soga tendía a elevarse sola... una vez lograba enrollarse en su pescuezo.

Debía actuar rápido, había que estar del otro lado cuanto antes. Sin posibilidad de regresar, vino a ella como una epifanía: la única forma de lograrlo era cerrar los ojos, evaporarse y simplemente aparecer del otro lado. Entonces, hizo su mejor esfuerzo, toda su energía, la poca o mucha que le quedaba concentrada en el único propósito de atravesar la pared a fuerza de teletransportación. Sí, transhumanismo, telequinesis, del cualquiera de esas destrezas con nombres grandilocuentes que no podía si quiera pronunciar y en las que nunca había creído pero que ahora aparentaban ser la forma única de salvación.

Despertó junto a la pared que hacia esquina con la cama, con el hombro adolorido y la esperanza escondida debajo el colchón.

10.01.2008

Mentalícese

Usted puede! Usted es un ganador! Usted no es nulo! Usted no esta ausente! Usted esta lleno de ilusiones! Usted es valioso! Usted puede lograrlo! Usted debe lograrlo! Vamos! Usted... es un ganador.


Ahora, una vez hipnotizado, pase por caja y pague con su vida como sea, ya sabe que esta condenado a vivir.

9.30.2008

Correr no es de cobardes

Pese a que un escape a tiempo puede ofrecer mejor saldo que una estoica transigencia, no es tan sencillo arbitrar entre una u otra cosa. Más aún cuando querer no es poder.

9.15.2008

Confinamiento

Hay una relativa sensación de libertad que revolotea por estos aires desde hace ya algunos días. Se acompaña de remordimiento, esa duda de no saber si realmente mereces ser así de libre. Cuando llegas a convencerte de que lo ideal es que lo disfrutes, inevitablemente te asalta la realidad... que lo disfrutes mientras puedas.

Me llaman waka, estoy de vacaciones y más allá de un síndrome pre-laboral, realmente tengo aprensión a mi trabajo.

9.11.2008

Alguien vive cuando alguien da...

Así decían cuando en la tele pedían 4 pintas de sangre tipo D coercitivo para cualquier lugareño que por A o B lo necesitase. Posiblemente fuera de este contexto, aunque nunca se sabe, no puedo evitar recordar a uno que dijo que el 50% de la población mundial vive a expensas de la otra mitad. ¿Será que queda de usted decantarse por una u otra mitad?

Alguien vive cuando alguien da.

9.05.2008

Finito


Y de repente, se escuchaba una voz de arriba que me decía: "Felicidades". Pensé que el cielo se había abierto y luego de la congratulación vendría mi castigo eterno después de vivir un cuarto de siglo en blasfemia. Pero se trataba de un constructor, un obrero que desde el techo de la Secretaría General de la Universidad había visto que en la mano llevaba el consabido papel, el diploma que no tenía donde meter, como las facturas de las gasolineras de autoservicio.

Quizá todo sea un presagio. Quizá, aunque el cielo no se abrió, si se trataba de una felicitación previa a la tortura: el internado. Y es que de hecho para mí, si se trataba de un papel que no tengo donde meter y me estorba tal como las facturas de las gasolineras.

Aparentemente, terminé la carrera. Gracias muchas, por todo.

9.02.2008

En vista de las circunstancias me pregunto, ¿qué nos queda?

Y no es retórica. La ampliación del susodicho canal es una realidad desde antes que lo sospecháramos. Los que estábamos en contra tuvimos que aceptar con resignación el resultado de un referéndum del cual prefiero no acordarme para economizarme resquemores. Y si, ya que es inapelable y este barco estamos o deberíamos estar metidos todos me pregunto si existe la opción de modificar la sentencia. De que realmente la ampliación salpique a más gente, a nuestra gente y no al francés, al gringo, al chino o al negro traído de fuera como ocurrió otrora.

8.01.2008

Analogia

Paso algun tiempo para que finalmente pudiera entenderlo.  Ellas son como manzanas en los arboles, las mejores estan en la cima.  Ellos no quieren alcanzarlas porque temen caer y no quieren verse lastimados.  En lugar de eso, prefieren las que han caido y hasta las que se han echado a perder, quiza no sean tan buenas, pero son faciles de obtener.  Asi, al verse desestimadas, las manzanas de la cima piensan que hay algo mal con ellas, cuando en realidad sucede lo contrario.  

7.09.2008

Aritmetica basica o divide y venceras

Divendendo, divisor, cociente y a ella llamenla residuo; a este punto esta visto que solo debe atender a esa denominacion.

7.04.2008

Inexorable


Incapacidad de resistencia cuando se presenta un fenomeno.  Tienes esa profunda conviccion de que la mas sutil de las vibraciones hara mella en ti.  Lo peor es que te sabes en medio de un movimiento telurico de proporciones inconmensurables y que absolutamente nadie vendra a hacer lo que tu no puedes hacer por ti: salvarte.  

7.01.2008

Astenia emocional



"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos."



La pobreza espiritual es compleja, y aunque no quisieramos apelar a los prejuicios no se yo si  todo  espiritu pobre contara con los requerimientos animicos necesarios para llevar a feliz termino la ejecucion de un reinado en un sitio cualquiera.

Historia de un corazón vidriado

Estos asuntos se comportan  como un cristal puro –me dijo-. La primera vez que un desamor rompe el cristal, la fractura parece irreparable. Puede unirse con el tiempo pero la cicatriz permanece indeleble. Después llegan más amores que lo agrietan de nuevo. Nuevas fisuras que con paciencia es necesario volver a soldar.

Así aquel espejo bruñido y de una pieza es, al final, igual que un diamante con muchas caras. Y cada una refleja el destello de los amores vividos por ese corazón.

3.10.2008

Púrpura imperial

Vestido de traje, zapatitos de escuela, pluma fina en el bolsillo. No medía más de 1.60 m, con una frente arrugada y tan amplia como su patròn de calvicie lo permite. Quién diría que detrás de tanta arruga habría una mente tan lúcida para los detalles, tan actualizada hasta en los más recientes saberes que la medicina molecular se ha antojado develar.

Llega con una suerte de asistente, se pensaría que es casi un empleado doméstico. Y es que estaba tan entrado en años, que no sería loco pensar que tiene instrucciones de no salir solo a la calle. Se presenta con un murmullo incomprensible. Lógico, no debe ser fácil en ausencia del mobiliario en la arcada dentaria superior y con un tono de voz imperceptible, pararse ahí con la pretensión de mantener la atención de un público joven, sobre todo si el contenido de la charla es tan minucioso que al hablar si quiera de un aminoácido se precisa el proceso íntegro de cuándo, cómo y quién lo descubrió, hasta la disposición de cada átomo que constituye la molécula pasando, claro, por el último acontencimiento publicado en cuanto a ese respecto el presente número de The Lancet, del British Medical Journal o vaya usted a saber. Casi me pregunto: ¿cómo es que se atreve?

Su vieja mano acierta a retirar la tapa del piloto con éxito. Su caligrafía en el tablero no deja lugar a dudas: su cuerpo no da más de sí.
¡Bravísimo! Terminó de apoyarse con el tablero, ahora es turno del carrusel de diapositivas. Un interminable tambor repleto hasta no dar más de trocitos de acetato que más que proyectar imágenes y ser un instrumento didáctico son una evidencia más de que el tiempo y el moho no perdonan a los objetos ni a sus dueños.

Y así empieza la función una vez más, con estos nuevos bríos y esta fuerza arrolladora de una amena charla. Bienvenidos sean todos a este, el que se supone debe ser mi último semestre.

2.19.2008

Tarde de musgo pegado al alma

Por una fina cortesía de Eyra H. y esta otra.


Vamos a hacer un cadáver
todo el que busca es encontrado
asi como las palmas guardan aceite
caminaré hasta el fin de mis dias
y los perros ladraran hasta que sangren
cocina de pie, nunca de rodillas
arriba están las más altas entrañas
que buscan florecer contra todo pronostico
baja la mirada, sube los brazos flacos
vi que anoche no dormias
come entre tiburones y saldrá una anguila
mientras tu hermano pinta arco iris en la penumbra
ataja mi palabra antes que anochezca
come frutas y verduras
sangra de medio lado
habrá que amputar
dame chocolate como al infante
hasta que explote en ira
duerme luego tu manta en mi costilla
frita o asada
asi es la paz del resucitado
quien dijo que volverá
alguien acuna la ojera
y se cuida del mal de orine
ay, cuanto cuesta un pescado
su padre es lucifer
mierda

clap, clap, clap!

2.14.2008

Cuando la seguridad no es prioritaria

Era mediodía. Se establecieron referentes comunes para poder encontrarnos. Me tocó llegar primero y al no ver a nadie decidí que lo mejor tal vez sería buscar una bonita sombra y quizá hasta las refrigeradas corrientes de un aire acondicionado.
Entré al "food court" de ese centro comercial, ese espacio que en otra época nunca se imaginaría transformado en una suerte de agujero negro de la plata de los paseantes. Me senté a esperar y esperé. Al poco rato vi que un agente de seguridad se acercaba. Hasta ahora nada para asombrarse, al final su trabajo es fisgonear, vigilar. Sin embargo, ya cuando su presencia era como una sombra (y no precisamente bonita) empecé a preguntarme qué fisgoneaba. ¿Algún peligro amenazaba la integridad del personal? ¿Acaso algún enemigo de la justicia sembraba violencia en ese templo del dispendio? Noté que realmente llevaba mucho tiempo ahí sentada, probablemente él también. La diferencia era quizá, que él notó que yo no consumía y por eso me vigilaba.

1.10.2008

Perder tiempo, ganar tiempo

Buscando evadir compromisos, responsabilidades aunque quizá solo los propios pensamientos, llegué hasta el parque. Elegí el sitio más distante, una vez encendido el cigarrillo de rigor, me dispuse precisamente a no pensar.

No habían pasado ni los minutos de cortesía cuando pude advertir al paletero diciendo "buenas". Contesté de forma automática y sin mirar y seguí en lo mío que en ese momento no era otra cosa distinta a pretender matar el tiempo, nunca mejor dicho. Pero pese a todo, el señor seguía ahí. Quienes han tenido el susto de conocerme, sabrán que no soy lo que diríamos una tipa entrona y campechana, pero sabrán reconocer que tampoco soy desatenta, así que dadas las circunstancias, quedaba como feo no decir nada, tan siquiera comprar una paleta sería más que gentil, hasta útil. Así pues, considerando mis opciones comencé a hablar. Y es que no hay nada más neutral y aburrido, pero igualmente conciliador que hablar sobre el tiempo. Y así empezamos, "sí porque lloverá", "no porque hace rato no llueve", mucho silencio y otra vez el clima. Porque además, tratábase de un señor bastante rural, como de cuarenta años, arquetipo de un paletero cualquiera.

Los temas fueron variando, pero seguían esa misma línea imprecisa que no tocaba a ninguna de las partes, lo cual para mí funcionaba bien, hasta que llegó un momento en el que entre una cosa y otra, el señor comenzó a contarme de una gringa que hace algún tiempo le compraba paletas. Según él, esta buena señora venía al parque a correr a diario. En ocasiones traía consigo a sus vástagos, pero siempre le compraba paletas. Hasta que un buen día, según refiere el paciente, la gringa empezó a invitarlo a correr con ella. A este punto, el hombre no sabía cómo decirme que la tipa en cuestión le tiraba los tejos, pero que él, por cuestiones de trabajo no se atrevía a dar un paso en falso. Contábame que tiempo después le tocó ver a la tipa de brazo con uno de los salvavidas del parque. A todo esto yo pensaba en lo pintoresco de la historia, que cierta o no, al menos me distraía, y de repente el tipo me dice: "... fíjese de lo que me perdí". En ese justo instante, empezó a llover, me despedí y mientras caminaba el tipo que me decía: "no se vaya, es solo una nube, ya está escampando... usted no lleva apuro? quédese!". Y fue solo en ese momento cuando me di cuenta que mientras yo pretendía perder el tiempo, el tipo estaba desperado por ganarlo.

1.06.2008

Desencanto*

Lo saboreaba aún sin conocerlo. Se creo expectativas, sí, pero contrario a lo que pueda pensarse aquello no mermó el ímpetu de ese torbellino de emociones que se dieron al momento del encuentro. No podía verlo en detalle, el frío la gente, otros pormenores; sin embargo en ella no había aforo para las dudas: se lo llevaría a su casa, le haría un espacio en algún sitio para no echar nada a perder, esperando con paciencia y buena voluntad el día de ese convivio, no sin antes prepararlo, advertirlo y advertirse que lo que venía era realmente grande.

Y en efecto, aquel día, contrario a sus costumbres de días festivos, se levantó temprano ataviándose con del mejor de los semblantes y se dirigió al mercado, regresando con los brazos cargados, el espíritu liviano y la cabeza llena de deliciosas ideas. Al llegar a casa, se dio cuenta que la faena iba a ser realmente ardua, pero estaba convencida, tanto o más que el primer día, que el esfuerzo merecía la pena, que la recompensa iba ser mayor a todo inconveniente, que una vez llegada la culminación la satisfacción iba a aderezar su plato y ya nada más importaría.

Había curiosidad en el ambiente, también buen apetito entre los comensales. Finalmente se dispuso la mesa, pero ya su ánimo, él de ella, no era el mismo. Aquél asado que la había hecho alucinar en colores durante días, en pocas horas la había arrebatado la energía y quien lo diría, hasta el deseo de probarlo, dejando más bien un sabor de boca muy semejante al del desencanto.


*Ficticio, pero basado en hechos reales. No revelaremos identidades en aras de la protección de los personajes involucrados.