9.02.2008

En vista de las circunstancias me pregunto, ¿qué nos queda?

Y no es retórica. La ampliación del susodicho canal es una realidad desde antes que lo sospecháramos. Los que estábamos en contra tuvimos que aceptar con resignación el resultado de un referéndum del cual prefiero no acordarme para economizarme resquemores. Y si, ya que es inapelable y este barco estamos o deberíamos estar metidos todos me pregunto si existe la opción de modificar la sentencia. De que realmente la ampliación salpique a más gente, a nuestra gente y no al francés, al gringo, al chino o al negro traído de fuera como ocurrió otrora.

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