salvar la caja

Que avidez, cuanto interes! El gobierno nacional sin duda se ha desvivido y está francamente interesado en salvar la caja. Siendo ellos los principales usuarios, es lógico que quieran rescatarla; sí, he ahí la razón de la premura de aprobar un proyecto tan decisivo en una semana. Porque cuando un sobrino de Balbina pilla un resfriado ella es la primera en decirle a la madre que lo lleve ahí un momentito a urgencias. Porque Susana de Torrijos se ve cada seis meses con su cardiólogo de cabecera en "la especializada" en una consulta que dura 5 minutos, y la última vez que estuvo hospitalizada por un ACV, se quedó una noche en el IV piso "del edificio viejo del complejo". La hija de Martinelli, después de correr porque estaba a punto de que se la llevara la batida, se hizo un esguince te tobillo y tuvo él mismo que coger cartera y llevar a la chiquilla a la policlínica de Bethania, esperar 4 horas y media para que le pusieran un pedazo de yeso y le mandaran los antiinflamatorios.

Da mucho asco escuchar a esta gente, precisamente a esta gente hablar de "Salvar la Caja", cuando ninguno de ellos no está ni estaría jamás dispuesto a poner ni $ 10.00 de su bolsillo no de los fondos del Estado, de su bolsillo. Cuando llega el momento de debatir, de argumentar, de dar razones lógicas, se da lugar a un escenario de verduleras (con el perdón de las señoras) peléandose por un marido. Hablemos claro de una buena vez. La novela de las reformas fiscales y lo que vivimos hoy tienen un claro propósito: limpiar las finanzas para poder ser objeto de préstamo y endeudar al país so pretexto de obras en el Canal, que como de costumbre, redundarán en beneficio de los mismos de siempre. La hipócrita invitación al diálogo y el absurdo argumento de "politizar" la situación supone una ridícula distracción para salvar la imagen pública ante este pueblo noble (por no decir otra cosa).

Si realmente consideraran a este pueblo, no se daría lugar a los abusos y las múltiples manifestaciones represivas que se vienen dando en todo el país. Cientos de personas detenidas, porque eso sí, se llevan al primero que encuentren. Los medios (algunos) nos han dejado ver lo que ha sucede en provincias, trabajadores siendo golpeados, tirados al piso, maltratados y arrestados únicamente por ejercer su derecho a protestar, y esto es punto y a parte de los actos vandálicos; esa cortina de niebla que ha servido para amparar abusos de otra índole.

¿Qué corresponde ahora? Eventualmente, si cualquiera llegara con una varita mágica económica y creara la fórmula perfecta para generar un pozo sin fondo de riquezas que garanticen la estabilidad de la Caja, el problema no terminará allí. El problema se perpetuaría. Porque, ¿quién teniendo un gallinero le deja al zorro las gallinas a disposición? Honestamente, hay que acabar con el zorro. Si se conoce la madre de los problemas, corresponde hacer una histerectomía radical, y no necesariamente hablo de destruir el país y avasallar ancianas. Una anarquía contrario a lo que se piensa no supone un caos por acefalea, ni tampoco un cuento de hadas irrealizable. Sin embargo, tristemente, en Banana Republic no hay esa madurez, ni esa conciencia nacional necesaria para decir de una buena vez por todas que hemos decidido como pueblo guiar nuestros propios destinos.