4.11.2005

banana republic vota

Política en Banana Republic. Hoy presentamos: Quiero ser presidente.

Revisando cómo la gente llega a este sitio, he encontrado por casualidad que la página del candidato presidencial en las elecciones del año pasado, RIcardo Martinelli TODAVIA EXISTE!, cosa que me ha llenado de mucha emoción. [No se pierda la tropicalosa cancioncita, entre más veces pueda oirlas mejor].
Antes de decir cualquier cosa, he de aclarar que en este país no existe nada semejante a ideologías politicas. Decir izquierda o derecha es indudablemente hablar de algo nulo; aquí no hay partidos laboristas, ni socialistas, ni fascistas, ni de derecha, ni de centro izquierda, nada de nada. Los partidos políticos van literalmente en función de intereses comerciales o profesionales, así pues está un partido en el que quienes estan a la cabeza son puros latifundistas, dueños de ganado y grandes tierras de cultivo; otro partido cuyos dirigentes son dueños de empresas constructuras, embotelladoras e industrias en general. De modo que en cada elección hasta se inventan nuevos partidos (caso de Cambio Democrático) que desaparecen en la siguiente ronda electoral, aunque suelen mantenerse un par que son los "clasicos" desde los 60's para acá. La gente mal que bien sabe que es así, lo que quizá no sabe es que en otros sitios sí que existen ideologías políticas. El punto es que con este método, no hay forma de que la repartición de los recursos del país tome un giro radical, puesto que se trata de familias dueñas del poder. Si yo pertenezco al partido A y mi marido al B, si pierde mi partido, mi marido se asegura que en la Asamblea se aprueben leyes a nuestra convenciencia y de paso me consigue mi correspondiente salario de funcionaria de tiempo completo. En la siguiente elección (que es como suele pasar, el típico voto de castigo) el partido B pierde, el A gana y mi marido y yo seguimos resueltos. Si hay un partido C, a ese pertenece mi prima, y si hay uno D a ese mi cuñado, pero vamos, los partidos recien surgidos no tienen mucho éxito.
Una vez hecho este pantallazo, podemos imaginar que las campañas electorales son un circo total. No es que tenga fe en las campañas electorales de otros sitios, pero estoy segura que lo que se ve aquí es como para pagar boletería. De la campaña del amigo Martinelli su página (canción incluida) me parece lo más serio que pudo lanzar. Las cuñas por televisión lo anunciaban como el candidato que se pone en los zapatos del pueblo. Y si, efectivamente, Martinelli se los ponía. No porque viniese de origen humilde (Martinelli es dueño desde hace muuuchos años de una de las principales cadenas de supermercados en este país), más bien se iba a un día con los señores recolectores de basura y filmaba una propaganda, se iba costa abajo de Colón, con los negros costeños y camisa afuera, se ponían a tirar redes, otro día se iba de taxista, de panadero y en fin, todas las cuñas con un jingle tropicaloso mostrándolo a él haciendo pobremente (por no decir ridículamente) los trabajos cotidianos de la gente con menos recursos. Al final los trabajadores tenían que repetir una frase parecida a que Martinelli sí se ponía los zapatos del pueblo. Bochorno total. No le bastaba con hacer el ridículo sino que hasta ponía énfasis en ridiculizar a los demás.
Martinelli no ganó, el partido subsistió de a milagrito, y ahora hacen oposición cuando se acuerdan o cuando no les conviene alguna cosa que se cueza en la asamblea de este simulacro de país. Dentro de todo, tampoco estaría mal ser como Martinelli cuando sea grande.

2 comentarios:

manuelvh dijo...

Y si por alguna casualidad gana un partido en el que no has metido a nadie siempre te queda la opción de comprar a algún que otro diputado para que vaya más o menos en tu línea o simplemente para que actúe de manera que no se pueda formar gobierno y haya que repetir las elecciones

wakalani dijo...

exacto, tu estabas aquí :)