2.24.2005

paso del pan nuestro de cada día, padre

Pan y circo. A falta de pan, parece que el circo se basta por sí mismo para satisfacer necesidades, tanto que ya ni se nota que hace falta el pan. El show debe continuar y continúa, ese nunca falta; ese es entonces nuestro pan de cada día.
Se trata siempre de más de lo mismo. Ver un noticiero hoy equivale a haberlo visto hace una semana, hace mes, hace un año, hace seis: desde la típica incautación de 5 kilos de cocaína (que ya parece que mostraran los mismos kilos todas las veces) hasta las declaraciones vacías del gobernante en turno, insultando descaradamente la inteligencia del televidente, atrincherado por un batallón de periodistas que tienen por consigna ignorar las burradas dichas vengan de donde vengan, trátese de lo que sea. Hoy por ejemplo, preguntaban al presidente sus consideraciones respecto a la designación de la hija de un ex-dictador como agregada consular en una embajada panameña, ademas del reciente nombramiento de parientes suyos (del presidente Torrijos) en puestos del Estado. Como el exdictador pertenecía al partido del presidente actual, la huidiza respuesta fue algo relativo a su complacencia en el interés que se muestra en materia de corrupción en la cual nos hemos superado, y dejó muy claro que los Torrijos en cuestión guardan con él un sexto grado de consanguinidad, cosa que dista mucho de episodios del gobierno anterior, donde se veían cosas peores bla bla bla bla. Fin.
Y así pasan generaciones mientras seguimos en este simulacro de país. Da la impresión que no hay conciencia del ridículo que se vive, que se mantiene y que se hace perpetuo. Si bien suele distinguirse que algo no va bien, no pasamos de lo consuetudinario. Si hay un descontento entre la población, no sirve para nada; a falta de ideas generales el remantente de algún instinto de rebeldía se reduce a minuciosidades de la vida corriente, los grandes males entonces son imperceptibles, por lo tanto ignorados. Desde luego, habrá quien sepa por donde vienen los tiros y simplemente decide 'adaptarse', burlar la broma de la mejor forma posible a sabiendas de que lo que se ve carece de sentido, atacando cuando se pueda sólo lo que les afecta, e incapaces de hacer una crítica seria para ver si de algun modo es posible empezar a darle la vuelta a la tortilla. Finalmente mientras se trate de supervivencia, tal vez conviene que la tortilla se siga dorando de un sólo lado...


* Por cierto, hay noticias de que aumentó el precio de la materia prima para la fabricación del pan. Dato por confirmar.

16 comentarios:

e-ness dijo...

Ya sabes, la televisión es el opio del pueblo :). Y si alguien empieza a darse cuenta de algo, un par de partidos de la Champions League y todo el mundo a hablar de otra cosa... o es que hay algo más importante que Beckam? No creo, no?

manuelvh dijo...

Si, estoy con e-ness, si pan con pan es malo, peor es pan y fútbol, que es lo que parece que últimamente pone contenta a toda la sociedad

wakalani dijo...

Aquí no es el fútbol literalmente, aunque para alla vamos. Pero no te creas tenemos cualquier variedad de opios, el bochinche político distrae bastante. Me hace gracia porque casualmente hoy, me tocó ver en la tele un programa de estos de a tres por real donde sondeaban a la gente y le preguntaban su opinión respecto a la situación etc, etc, etc... Todo el mundo decía las mismas bobadas. Las más profunda fue una doña que aseguró que mal, la cosa va mal porque en este país lo que hay es demasiada pobrería (^_^)

Anónimo dijo...

Te voy a dejar un link, como para que no te sientas solo en tu asqueo mediatico:

http://danielk.typepad.com/danielk/2004/10/_81309_pm_el_no.html

Un gran saludo!

Anónimo dijo...

Ok, va en partes para que no se desarme :-S

http://danielk.typepad.com

/danielk/2004/10

/_81309_pm_el_no.html

wakalani dijo...

ya dicen que "mal de muchos consuelo de todos" ¿o de tontos, según convenga?
Lo realmente triste es que esto es lo que hay y al no conocer otra cosa, es lo que nos tragamos. No es difícil sacar un episodio parecido con cada sentada frente a la tele, con cada hojeada a un periódico, o lo que quieras. No, y posiblemente el periodistita medio está convencido de que eso se trata, de manera que la cosa parece ir a peor.

Anónimo dijo...

Bueno, pero la solución es muy sencilla. Yo deje de ver TV hace 5 años. Si miro DVDs, pero son selccionados por mi y no tengo que soportar el idiotizante martirio de la publicidad.

La programación patetica, lava-cerebros, anestesia-multitudes nunca la vamos a poder cambiar, entonces tal vez debamos cambiar nosotros.

Anónimo dijo...

el anonimo de arriba soy yo, se me escapo...

e-ness dijo...

Hombre, menos mal q encuentro a otro ser humano que tampoco ve la tele. Aunque en mi caso no fue una decisión, creo que con lo que hay en España (y en USA y en Suecia, según he visto), como mejor está la tele es desenchufada. Que viva e-mule y los DVDs!! :)

wakalani dijo...

Buena alternativa, sí. Pero ¿cómo salvas de de la influencia de los medios a una masa de gente de un país en la que el 40% de la población es pobre? Para el pobre urbano, por poner un ejemplo, no es difícil verse influenciado por los medios de comunicación, así sea que el mismo no tenga acceso directo a una televisión en su propia casa, sin embargo el efecto "neutralizante" es el mismo.

Omar dijo...

En Colombia pasa algo curioso. Los 2 grandes canales: Caracol y RCN, tienen casi que un monopolio de audiencia a causa de sus telenovelas, realities y noticieros que descaradamente le hacen el juego a los gobernantes de turno seguramente con el fin de obtener beneficios, además que Caracol y RCN pertenecen a los grupos económicos más fuertes del país. En los otros canales realmente hay alternativas que cuestionan a los gobiernos y a las "verdades" que nos trata de vender el régimen, pero curiosamente la audiencia es muy baja(*). Entonces, si a la gente se le dan alternativas pero igual no las acogen, ¿qué se puede hacer? La gente se vislumbra aquí más con los reinados de belleza, los realities y el capítulo de la novela que con los debates de opinión o cosas realmente aportantes.

Al final, los programas que intentan hacer un esfuerzo por hacer pensar al televidente terminan en bancarrota por falta de anunciantes debido a la baja audiencia.

* Curioso tambien que las grandes encuestas son hechas por empresas amiguísimas de Caracol y RCN donde estos siempre resultan que son los preferidos.

wakalani dijo...

Sé muy bien lo que dices. La regla es que el medio busca dinero, y el dinero da poder y así todos los trapo sucio se queda en casa. En parte pareciera que el asunto, también es idiosincrasia, porque si decimos que nadie obliga a nadie a X cosa en la tele, o inclusive a ver tele. Lo bueno sería ir un poco más allá y saber cómo influyen las imagenes en una representación cualquiera de la realidad. En televisión siempre aparecerá solo lo que se pueda filmar y lo que se considere suficientemente entretenido, y eso ya condiciona bastante lo que se presenta.

Pedro Cruz Gomes dijo...

Un saludo desde Portugal. Felicitaciones por lo bueno blog!

Anónimo dijo...

es verdad que no se puede salvar uno completamente de la influencia de los medios. Es que el TV esta en todos lados, en el subte, en la calle, en las personas con las que hablamos, en todos lados. Y es por eso que yo despotrico tanto contra la TV.

Pero creeme, más allá de ese problema, la abstinencia de TV en mi hogar me ha devuelto una salud mental que ya había olvidado que existia.

wakalani dijo...

Pedro, gracias por la visita. Me alegra que te guste.

Daniel K, para empezar no esta nada mal la dieta de cero tv; mejor aún si tu mismo ya estas viendo resultados :)

halfmat dijo...

Aquí en España yo creo q está la gente que se entera de lo que pasa en mayor o menor medida, los que no se enteran y los que no se quieren enterar pq viven muy bien y no les apetece. En cuanto a la tele en concreto yo más bien no veo nada y en mi entorno no mucho más, sólo las cosas que cada uno quiere; y se es consciente en general de como está la cosa en los medios. Aunque también luego haya gente que se lo trague todo, pero bueno.