10.25.2006

yo opino

En este país - y digo este país porque solo me consta lo que pasa acá, de momento - es todo como un festival circense, incluso (y quizá hasta principalmente) el descontento popular.
Luego de los hechos acaecidos el día lunes, el tema del transporte sale a escena y empieza entonces el númerito gubernamental de los malabares buseriles. Y esto será tema hasta cuando bajen las aguas o la próxima Fuenteovejuna de turno se levante en armas, tal y como recientemente ha pasado con el tema de las intoxicaciones, que para beneficio de las autoridades ha quedado bastante soslayado.
De momento, la moda será caerle en plancha a los buseros. Y sí, realmente no existe nada que una más al panameño que hablar mal de un busero. Tanto conductores particulares como usuarios, todos nos vimos afectados en algun momento por el mal proceder de un transportista. Sin embargo pretender corregir el problema de la noche a la mañana a santo de boletas, detenciones y cambios súbitos en los reglamentos son producto de la más barata demagogia. Pienso que si vamos a buscar culpables (y de paso soluciones) de lo que sucedió el lunes y de lo que sucede y deja de suceder en las paradas cada día antes y después del lunes, yo voto por incluir a Martín en el saco junto con los conductores de buses. Y no, no estoy chocheando, digo Martín, como pudiera decir también Mireya y el Toro y cualquier otro, pero Martín es el actual, es él quien se ha encargado en menos de dos años de cambiar al director de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre en dos oportunidades (no hablemos del Ministerio de Gobierno y Justicia, ni de directores de la Policía, etc.). Las personas a cargo de poner las cosas en cintura no fueron elegidos por voluntad popular, sino que fueron designadas por la graciosa mano del Ejecutivo, son sus botellas que no hacen, ni hicieron nada, que no les importó con nada y que son responsables de esos dieciocho y de los otros cientos que son atropellados, accidentados y maltratados todos los otros días.

Relacionado
  • Subiendo y no bajando. Para que no se diga que estoy inclinada hacia el gremio buseril, acá les dejo algunas condiciones a las que se comprometieron los transportistas en aquélla ocasión que aumentaron el pasaje.

6 comentarios:

halfmat dijo...

Diría que te falta (en el primer párrafo) un "es" después de "todo", o algo así.
Buena actualizacón waka.
Igual allí, parte de lo que pasa, es como aquí, que nuestros mayores enemigos somos nosotros mismos...

wakalani dijo...

siempre tan sintáctico, muchas gracias ;)

e-ness dijo...

Madre mía, ya he oído historias para no dormir del transporte público por esa parte del mundo (como dice un peruano que conozco, que el mejor campo de entrenamiento es el transporte público de Lima)...

Por cierto, en breve voy para el otro lado del charco... no muy cerca de Panamá, la verdad (Brasil), pero más cerca de lo que estamos ahora :)

Nos leemos :)

Anónimo dijo...

buenísimo! te quedas mucho rato por estos lados?

respecto a lo del transporte, hay mucha tela que cortar. ahora estamos en el minuto demagógico auspiciado por el gobierno de turno, nada tiene intencion de cambiar demasiado... viva el status quo, qué vamos a hacer...

e-ness dijo...

Pues estaré un mes por aquella parte del globo...
En cuanto a lo del autobús, harán como que toman medidas mientras sea noticia. En cuanto se olvide, supongo que será lo mismo de siempre. No están todos los partidos aprovechando el tirón? Aquí se estila mucho: el partido en el gobierno: "mirad la de cosas que hacemos para resolverlo". El partido en la oposición: "mirad qué mal lo están haciendo, con la de cosas que nosotros haríamos para resolverlo"... triste

wakalani dijo...

justo ahí estamos!