11.03.2005

No soporto más a la fauna de Esculapio.

Me revienta cuando los médicos largan el discurso de lo excelente que era la facultad en sus tiempos. Es una insistencia mórbida: cualquiera de su generación era más inteligente que el más inteligente de la actual, porque en aquélla época los presionaban hasta el tuétano y ellos resistían valientemente y sin rechistar, prueba de que hoy están donde están. Considerando que estos personajes son los responsables de la formación de quienes todavía estamos en esta mazmorra, las consecuencias de la deficiencia educativa no pueden ser únicamente culpa de la generación actual. Sin embargo eso no pasa nunca por sus sabias y experimentadas cabecitas.
Ayer fue atroz, cuando el lunes en el hospital me dijeron: "Mañana aquí temprano porque
hay presentación de casos", no me hice grandes espectativas, pero mi error fue pensar que iba a ser cuando menos, una reunión decorosa.
Llegué temprano a sabiendas de que el doctor que me dio la orden, iba a llegar tarde. Era un espacio chico, como con unas quince sillas de comedor dispuestas a modo de auditorio. Había tres médicos, uno sentado frente a todos, como quien preside la cosa, mientras que los otros dos formaban parte del quórum junto con las sillas vacías. En ese momento se me ocurrió que habría sido bueno entrar con platos de cake, helado y gelatina, como en los cumpleaños de los niños chicos. Y la verdad es que no habría estado mal, más tarde me enteré que regularmente en la
presentación de casos suelen pedir desayuno. Además de desayuno, a veces también van pacientes, que son citados precisamente para presentar sus casos al resto de los médicos y discutir qué tratamiento sería adecuado, aparentemente esa es la función de la eminente reunión. Para fortuna de los pacientes, en esta ocasión no había pacientes, y es que yo habría sufrido de más vergüenza ajena de la que sufrí, porque escuchar las elegantes opiniones de esta gente en cuanto a cualquier cosa es repugnante, sin conocimiento de causa ni sentido común van juzgando de buenas a primeras, el ser médico y ser empleado del Estado te permite que tu ignoro-arrogancia sea desconocida y hasta respetada. Con los temas médicos, pasa, porque como no sabes ni bestia, la jerga matiza, pero de la vida real...
Este es el resumen de la reunión de 3 horas: (considérese que ayer, ser día nacional se trabajaba media sólo hasta las 12)

Asistencia: Tres médicos funcionarios, una estudiante de pregrado.

Saldo final:

  • 1 Hora de actualidad nacional
    • viene Bush y los ignorantes de los estudiantes piensan salir a la calle
    • allá con los gringos esas cosas nunca pasan, ellos sí saben controlar a la gente y la gente se sabe comportar
  • 3/4 De hora de añoranzas de mejores tiempos divididas así:
    • 15 minutos destinados a recordar la excelente disciplina, profesores y "castigos memorables"
    • 15 minutos destinados a recordar experiencias más gratas aún aderezadas con una sesión de buenos chistes.
    • 15 minutos a destinados a restregarme en la cara que ellos no lo tenían tan fácil como yo lo tengo ahora. (Sí el Dr. Nacícontodalaplatadelmundo me lo dice a mí, la Srta. Pelafustana) Por supuesto yo asentí.
  • 1/2 Hora de bochinches calientes, actuales y pasados de la vida de los colegas y sus destinos en estos días de asueto.
  • 3/4 De hora restantes: presentación de tres casos, 15 minutos para cada caso. Todos estaban de acuerdo con el tratamiento que YA se había empezado.

Cuando terminamos ya eran las 10:00, y como era de esperar las dos horas que faltaban se me hicieron eternas.

4 comentarios:

e-ness dijo...

Por curiosidad, nunca te has encontrado un profesor bueno? Nunca he estado en una facultad de Medicina, así que no sé muy bien cómo funciona la cosa... tal vez los profesores son más médicos que profesores, aunque por lo que cuentas no son ni lo uno ni lo otro :)
En nuestra Escuela tuvimos de todo: muy buenos, muy muy malos, y mediocres. Generalmente, los malos (salvo casos perdidos q se esforzaban pero ni por ésas) eran los que estaban obligados a dar clase, pero realmente sólo se interesaban por la investigación en los departamentos. Bueno, y algún que otro amargado. Pero nunca he tenido esa sensación de que me están tomando el pelo, y además, dificultándome el camino.
Había que preguntar a los de las facultades de Medicina de Aquí (me han contado cosas como las que tú cuentas, de la Facultad de Odontología), es posible q el ser un profesor de mierda sea más debido a la profesión (algunas se prestan más a proporcionar malos profesores) que al país... no sé :)

wakalani dijo...

yo creo que la cosa, además de ir ligada a la idiosincrancia del país, la carrera va como va porque hasta hace relativamente poco solo había una universidad que ofrecía la carrera, ahora hay nuevas universidades (que son privadas, valga decir), sin embargo los profesores de planta son en su mayoría los mismos de acá, o de ser distintos, generalmente tienen la misma formación, pese a todo hay mucho elitismo, el que se graduó afuera, como no haya venido de Marte, no vale nada...
¿buenos profesores? sí, he tenido uno o dos en 8 semestres, que curiosamente no son médicos o si son médicos no son tradicionales... dentro de todo, uno se resuelve con lo que hay, supongo...

Unknown dijo...

En efecto Waka, todo redunda al final de la linea del tiempo en que ellos (los Dres. NACIDOSCONTODALAPLATADELMUNDO) no creen en la formacion no tradicional quieren ser tan o hasta mas intransigentes de lo que fueron con ellos alguna vez. Tu, Tu, Tu no te rindas, a mi pasaba igual cuando estaba en la U, las charlas magistrales de los grandes webasteclas que tenian mas títulos que un Principe Senegales, lo que yo hacia era ponerme a hacer dibujos y a tararear canciones hasta que viniera el cambio de hora, despues le decia al Prof. "muy buena exposicion" y me largaba.

wakalani dijo...

Sí, lo peor es que un cambio no parece una opcion a futuro.

Muchas gracias, en serio.