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Hace un tiempo, acompañaba un amigo de Europa del Este a buscar una casa donde vivir. Miraba el periódico y cada dos minutos me preguntaba "¿qué tal este sitio?" , a lo que yo sistemáticamente respondía "muy peligroso / muy lejos / muy lejos y muy peligroso" y así seguimos hasta que se acabaron los anuncios. A él le pareció extraño, me contaba que en su país el evento de que te asaltaran no dependía de tanto del lugar, solamente era una cuestión de probabilidades. Tan sencillo como estar en un lugar en un momento no adecuado, punto. Desde ese día supo que en esta ciudad, puede sentirse inseguro el 97.4% de las veces.
El otro día salía del hospital con destino a mi casa. Nada más hice cruzar la calle y se me acercó un tipo con toda la mala pinta que puede dar un cuchillo de 12 pulgadas de largo y por supuesto vino con toda intención de robarse lo que tuviese encima. Le dije que no tenía nada, y era cierto:
- Menos de cinco dólares en el bolsillo. No tengo ningún tipo de tarjeta.
- Tengo la (aparentemente patológica) costumbre de no usar celular jamás.
- Bisutería de hilo y plástico: (poca cantidad). No uso reloj.
- Un Littman (que barato sí que no me salió)
- y por ultimo la cámara
Para el tipo fue decepcionante , y no crean que no me lo hizo saber, porque de todo eso, su botín consistió en el efectivo únicamente. La cámara y el estetoscopio estaban perdidos en un universo de papeles que llevaba dentro de un poco funcional bolso de mensajería, con lo cual, no fueron encontrados.
Con todo el coctel de sensaciones que te deja un asalto, caminar sentaba bien o sentaba bien porque no había otra manera de llegar a la casa.
6 comentarios:
Lo siento mucho. Es horrorosa la sensacion de impotencia que te queda. A mi me ha pasado un par de veces y es realmente un mal trago.
De todas formas, y para darle un toque de humor al asunto ya que en el fondo no fue nada, el tipo no habia leido aquello de ¡Quitenle la cámara! ;-)
Que suerte tuviste de haber salido bien librada de este desagradable encuentro con la inseguridad propia de casi todas nuestras ciudades latinoamericanas. Pero creo que mas suerte tuvimos los que disfrutamos de tus fotografías porque sin la cámara no las podríamos volvera disfrutar. Supongo que eres estudiante de medicina o algo así, por lo que también fue una suerte lo del estetoscopio... y vaya mediocridad del ladrón que ni eso sabe hacer bien, porque como dijo en una canción tu Ministro de Turismo: "hasta para ser maleante hay que estudiar" en Pedro Navaja parte 2.
En fin, que estas son las cosas de nuestra realidad latinoamericana. Solo espero que el viejo refrán sea cierto para este siglo que comienza: No hay mal que dure otros cien años...
Un abrazo y buena suerte en tus futuras incursiones en la selva de cemento.
El hombre de uel sí que me hizo reir con la ironía... casi casi me lo profeticé yo misma, no?
Pues sí goncolo, tuve suerte esta vez... esperemos que no se repita.
XD
Te fue bien... Te lo dice alguien a quien ha apuntado a la cabeza dos veces y al que le robaron una Canon S50 en una y un Omega Speedmaster de edición limitada en la otra... Ouch...
A mi me robaron hace escasamente tres semanas pero fue de manera sutil y artera.
Siento el mal trago,
Un abrazo!!
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