diccionario del diablo

Agudísimo conjunto de definiciones que Ambrose Bierce (1842-1914) propone en su Diccionario del Diablo , que lejos de tedioso resulta una simpática burla a las instituciones sociales de su época que en su mayoría no distan de parecerse a las de hoy. Muy a pesar del titulo, no tiene nada que ver con Satanás, esoterismo o brujerías. Aquí una breve muestra de algunas descripciones.

Egoísta, s. Persona de mal gusto, que se interesa más en sí mismo que en mí |adj. Sin consideración por el egoísmo de los demás.

Gato, s. Autómata blando e indestructible que nos da la naturaleza para que lo pateemos cuando las cosas andan mal en el círculo doméstico.

Guerra, s. Subproducto de las artes de la paz. Un período de amistad internacional es la situación política más amenazadora.

Homeopatía, s. Escuela de medicina que está a mitad de camino entre la alopatía y la Ciencia Cristiana. Esta última es muy superior a todas las otras, pues puede curar enfermedades imaginarias, cosa que resulta imposible a las demás.

Marido, s. El que después de cenar debe encargarse de lavar el plato.

Médico, s. Alguien a quien lanzamos nuestras súplicas cuando estamos enfermos, y nuestros perros cuando nos hemos curado.

Niñez, s. Período de la vida humana intermedio entre la idiotez de la primera infancia y la locura de la juventud, a dos pasos del pecado de la adultez, y a tres del remordimiento de la ancianidad.

Occidente, s. Parte del mundo situada al oeste (o al este) de Oriente. Está habitada principalmente por Cristianos, poderosa subtribu de los Hipócritas, cuyas principales industrias son el asesinato y la estafa, que disfrazan con los nombres de "guerra" y "comercio".

Optimista, s. Partidario de la doctrina de que lo negro es blanco.

Pasaporte, s. Documento que se inflige traidoramente a un ciudadano que sale de su país, denunciándolo como extranjero y exponiéndolo al ultraje y la reprobación.

Placer, s. La forma menos detestable del tedio.

Rebelde, s. El que propone un nuevo desgobierno, sin conseguir implantarlo.

Santo, s. Pecador fallecido, revisado y editado.

Trabajo, s. Uno de los procesos por los que A adquiere bienes para B.