vanidad. el secreto de unos dientes blancos.

Más que por vanidad, a lo largo de la historia el hombre ha demostrado preocupación por la higiene dental, cosa que no resulta extraña en lo absoluto. La salud oral es clave para la supervivencia.
Lo que para nosotros actualmente es tan común y corriente como un cepillo de dientes, en otro momento , (y aún hoy en otras localidades), no constituye ni remotamente el método convencional para el aseo bucal.

El cepillo de dientes que hoy conocemos fue invento del siglo XVII, y desde esa fecha ha conocido pocas modificaciones. No obstante, se sabe que aproximadamente hace 1500 años atrás se dieron aportes chinos relacionados y en fechas anteriores los árabes usaban ramitas de areca, planta de palma cuyo fruto era a su vez un excelente dentífrico, teniendo así, una suerte de dos en uno: cepillo y dentífrico en un sólo producto.
Entre las excentricidades en el devenir de la odontología, tenemos a la arena como elemento utilizado en el lejano Oriente, que mezclado con la cal del esqueleto de los moluscos obtenían una suerte de chicle que garantizaba blancura y aliento fresco. También tribus negras del Alto Nilo utilizaron, y utilizan hoy un peculiar dentífrico: las cenizas originada de la quema del excremento de vaca, con lo que obtienen la reluciente blancura de sus dientes. Ese es el secreto.

Conozca su baño más a fondo, de BBCmundo.com