6.04.2009

Un día una pediatra de las viejas, viejas, viejas tuvo la felicísima determinación de acorralarme con preguntas hasta que me muriera descerebrada de tanto pensar. Lo que no sabía es que a esta altura del partido, sin nada que perder y con la desvergüenza como baluarte, no me importa morirme descerebrada, lo que no quiero es agonizar frente a nadie. Decidió empezar por el principio.
- Doctora waka, hable usted de la lactancia materna. Componentes de la leche materna y porcentajes.
- Amor y dulzura. Desconozco porcentajes.
Fue mi cursi-sarcástica respuesta

Señorita Cataplasma

Considerando que en el Seguro Antisocial no tienes muchas opciones y que mi conocimiento farmacológico, (asi como mi conocimiento médico en general) es bastante limitado, quedan pocas formas de zafar de las hordas de gente/gentuza/gentecita que acude masivamente al Cuarto de Urgencia de un hospital de tercer nivel*.
A mi y a las personas de ínfima categoría como yo nos tocaba atender trauma. Esto se traduce en: cortados, golpeados, magullados y ultrajados por la vida. Eso y cualquier otra cosa que otros médicos considerasen oportuno.
Con lo cual el volumen de pacientes era importante. De tal forma que era casi imposible mantener la dulzura del caracter durante ocho horas, tomando en cuenta que tienes que resolver a un aproximado de 30 personas por turno, sin la totalidad de los insumos a tu disposicion (llamese laboratorios, estudios de gabinete, suturas, fármacos, personal en general -desde mensajero hasta medico, todo lo hace el medico interno). Llegada cierta hora, 10 minutos desde la entrada o 7 horas después, no tienes motivacion, pero como primero muerta antes que bañada en sangre, la señorita Cataplasma procura una relacion cordial a fuerza de hipocresía, modestia, acetaminofén y sobre todo mentol en ungüento.

Sí, receto balsamo mentol a todo el mundazo. Me los encuentro dias despues en el supermercado y me estan eternamente agradecidos.




*Entiendase un sitio especializado. Para mas informacion remitase a material relativo a niveles de atencion.