11.25.2006

Latifundio urbano

Probablemente suene a paranoia, pero siento que existe una declarada conflagración destinada profanar los recuerdos de la gente, sobre todo los míos. Ya sé que todo cambia, sin embargo nunca pensé que iba a experimentar tan rápido y tan seguido, esa sensación que tiene todo anciano de añorar vehementemente sitios, objetos y personas que parecen solo existir en su cabeza, pero que según sus memoria fueron reales y quizá lo sigan siendo mientras su recuerdo siga vivo y exista alguien que crea en él.
Cada vez se hace más frecuente la desaparición de estructuras y espacios llenos de historia para dar paso a nuevas construcciones, generalmente de peor calidad y que solo existen en función de satisfacer los intereses de los mismos de siempre.
Todos los días toca ver cómo se desvance la Avenida Balboa, mientras el progreso acaricia los lares1 y se erigen torres que amenazan con ser inmensas que no solo atentan contra el paisaje urbano o natural a su alrededor, sino que ofrecen estar abiertas a la establecimiento de comercios a los que seguramente la mayoría no tendremos acceso, porque si bien no todos entran dentro de ese 44% que son probres, muchísimos otros solo viven para trabajar, pagar cuentas y morir como se pueda.
Áreas revertidas, otra tragedia metropolitana. Kilómetro a kilómetro, es difícil no añorar lo que era y lamentarse de lo que es. Hoy tocamos el tema Kobbe. ¿Se acuerdan de Kobbe, esa playa que estaba a un salto de la ciudad? Me acuerdo que mi familia iba con mucha frecuencia, no pagamos nada, solo nos deteníamos en la garita y un gringo nos daba el "go". Pero de la noche a la mañana ya no se podía ir más y yo no sabía por qué. En el Almanaque Azul me refrescan la memoria:
De Fuerte Kobbe a Fuerte Bern

Desde 1918 hubo aquí una instalación militar estadounidense, la Reserva Militar de Punta Bruja, bautizada posteriormente Fuerte Kobbe por un oficial con el ejército gringo en la guerra de Filipinas. Fuerte Kobbe fue parte de las negociaciones que hubo a finales de los 90 para que los gringos se quedaran (junto con Rodman y Howard), pero con el fracaso de éstas, el fuerte pasó a manos de Panamá el 1° de noviembre de 1999. Kobbe pasó a su vez a manos del promotor de proyectos Herman Bern en 2003 tras una licitación pública.

En los viejos tiempos se llegaba a Kobbe por tierra sin problema alguno. La entrada era libre, a pesar de la presencia militar gringa, y era bastante popular. Cuentan que para los 80, quizá porque no había ninguna comunidad en el área y por falta de interés del gobierno, la playa se encontraba sucia y descuidada. La solución fue encerrarla y privatizarla, y apareció el Club Playa Kobbe, que cobraba B/.7 por la entrada, con derecho a soda y comida en el local del club.
Hoy en día la entrada de Kobbe es una larga muralla y una garita con guardias de seguridad que no te dejan pasar. Al acercarse el turista éstos explican que la playa pertenece al hotel Intercontinental Playa Bonita, que sólo se puede ir con “previa cita” (unos B/.370 la noche por el momento) y entregan una volante con los números de teléfono del hotel, que si bien todavía está en construcción, ya está recibiendo huéspedes.

Está de más recordar que playa Kobbe no pertenece a nadie, pero el proyecto hotelero ha intentado cambiarle el nombre a “playa Bonita”, quizá para hacer olvidar la playa abierta y libre que recuerdan los panameños. Afortunadamente todavía no hay murallas en el mar, y se puede llegar fácilmente a esta playa por vía marítima.

Planes futuros

Se rumora que el próximo paso en el crecimiento del proyecto Playa Bonita es la construcción de viviendas para jubilados, de acuerdo con la política estatal de fomentar el “turismo residencial”. Dado que los desarrolladores del área se comprometieron a mantener las 75 hectáreas de bosque seco de la reserva de Punta Bruja, será necesario vigilar dónde se construirán estas casas.

La millonaria inversión inmobiliaria en Kobbe depende de la utilización de áreas costeras públicas, de gran belleza natural y buscadas por los turistas. Es lógico entonces que el hotel se responsabilice del cuidado de estas áreas, y garantice el acceso público a la playa. Mientras no sea abierta nuevamente la entrada terrestre a Kobbe, los turistas panameños sólo tendrán la opción de la vía marítima.


Más sobre Kobbe:


1
Verso del Himno Nacional.

No hay comentarios.: