No hay nada más importante que la higiene emocional

1. Utilice el hilo de la mediocridad. No olvide deslizarlo cuidadosamente por cada uno de los espacios entre sus pensamientos.
2. Cepille a los demás tres veces al día o por razón necesaria. Tóme esta recomendación muy en cuenta en caso de estar predispuesto genéticamente a ser subalterno o si es portador del gen de la deficiencia de la enzima preservadora de la resignación.
3. Se ha demostrado que el uso repetido del enjuague mental es la mejor forma de evitar caries, críticas y rechazo colectivo. Varios buches al día disminuyen la incidencia de identidad, garantizando la coexistencia pacífica con la flora bacteriana normal y/o semejantes.

Evitar el desagradable sarro afectivo es posible hoy. No se aleje del comportamiento medio. Un usted puede ser uno más del montón con sólo desearlo.