5.03.2005

cine y propaganda

Por propaganda se entiende la difusión de mensajes cuyo contenido es de carácter ideológico, con el propósito de que el público meta comparta su adhesión, convencimiento o simpatía, o para causar en él comportamientos o actitudes deseadas. El contenido ideológico puede referirse a convicciones políticas, religiosas o morales; y se expresa, por lo general, como versiones simplificadas y exageradas de la realidad o de la realidad deseada. No puede decirse que sus mensajes sean verdaderos ni falsos, pues, con frecuencia, son combinación de ambos elementos; mezcla de hechos con ideales y aspiraciones, de contrastes maniqueistas e historias de bronce. O puede ser la ironía, la ridiculización o la denostación de un adversario real o imaginario, que invariablemente representa sujetos con intereses contrarios a la idea que se defiende.

No es que toda película sea propaganda, afirmación, aunque extrema, habría que considerar como posible; pero sí que en casi todas podemos encontrar algún contenido propagandístico, sea de un modo abierto o sutil, de manera argumentativa o emotiva; a través de palabras o de imágenes. Toda película que trate del aborto, por ejemplo, necesariamente pasa por la lectura del público que juzga si está "a favor" o "en contra" de este acto, y el realizador es consciente de que eso ocurrirá. En infinidad de películas vemos el tratamiento de temas como la equidad de género, la promoción de los derechos humanos, las bondades del sistema democrático, la justicia garantizada por el Estado de derecho; o vemos las expresiones opuestas a éstos, como el maltrato a la mujer, la violación de los derechos humanos, el terrorismo y el crimen organizado. En todos los casos el realizador tiene una posición y un tratamiento del tema para decírselo al público. Hay películas en las que triunfan los delincuentes y los argumentos celebran que así sea, quizá porque consideran que el sistema jurídico es corrupto o porque justicia y legalidad no tienen una necesaria correspondencia; o, en contraparte, muchas otras películas identifican la justicia y el bien con las instituciones del Estado, por lo que al final el delincuente es encarcelado o asesinado ("ajusticiado"). En cada caso el realizador tiene una idea distinta sobre esos valores y la manera de narrarlos, por lo que es casi imposible hablar de objetividad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy cierto, muy cierto...
y el campo de accion de la no se limita solo al cine, sabemos. Publicidades, diarios, revistas, radios, etc...