9.30.2008

Correr no es de cobardes

Pese a que un escape a tiempo puede ofrecer mejor saldo que una estoica transigencia, no es tan sencillo arbitrar entre una u otra cosa. Más aún cuando querer no es poder.

9.15.2008

Confinamiento

Hay una relativa sensación de libertad que revolotea por estos aires desde hace ya algunos días. Se acompaña de remordimiento, esa duda de no saber si realmente mereces ser así de libre. Cuando llegas a convencerte de que lo ideal es que lo disfrutes, inevitablemente te asalta la realidad... que lo disfrutes mientras puedas.

Me llaman waka, estoy de vacaciones y más allá de un síndrome pre-laboral, realmente tengo aprensión a mi trabajo.

9.11.2008

Alguien vive cuando alguien da...

Así decían cuando en la tele pedían 4 pintas de sangre tipo D coercitivo para cualquier lugareño que por A o B lo necesitase. Posiblemente fuera de este contexto, aunque nunca se sabe, no puedo evitar recordar a uno que dijo que el 50% de la población mundial vive a expensas de la otra mitad. ¿Será que queda de usted decantarse por una u otra mitad?

Alguien vive cuando alguien da.

9.05.2008

Finito


Y de repente, se escuchaba una voz de arriba que me decía: "Felicidades". Pensé que el cielo se había abierto y luego de la congratulación vendría mi castigo eterno después de vivir un cuarto de siglo en blasfemia. Pero se trataba de un constructor, un obrero que desde el techo de la Secretaría General de la Universidad había visto que en la mano llevaba el consabido papel, el diploma que no tenía donde meter, como las facturas de las gasolineras de autoservicio.

Quizá todo sea un presagio. Quizá, aunque el cielo no se abrió, si se trataba de una felicitación previa a la tortura: el internado. Y es que de hecho para mí, si se trataba de un papel que no tengo donde meter y me estorba tal como las facturas de las gasolineras.

Aparentemente, terminé la carrera. Gracias muchas, por todo.

9.02.2008

En vista de las circunstancias me pregunto, ¿qué nos queda?

Y no es retórica. La ampliación del susodicho canal es una realidad desde antes que lo sospecháramos. Los que estábamos en contra tuvimos que aceptar con resignación el resultado de un referéndum del cual prefiero no acordarme para economizarme resquemores. Y si, ya que es inapelable y este barco estamos o deberíamos estar metidos todos me pregunto si existe la opción de modificar la sentencia. De que realmente la ampliación salpique a más gente, a nuestra gente y no al francés, al gringo, al chino o al negro traído de fuera como ocurrió otrora.