8.01.2007

Mission aborted

Un día el programa educativo correspondiente a aquellos, mis dias de mocedad, dispuso que al cuarto grado de primaria, todo niño empezara a conocer, digamos en detalle, los órganos de los sentidos. La maestra llega al capítulo vista, versículo función y empieza a decir que el ojo humano funcionaba como una cámara fotográfica. Consciente, quizá, que la ignorancia viene tomada de la mano con la juventud, asumió muy acertadamente que nosotros, niños de 9 años no teníamos idea de cómo funcionaban algunas cosas. Entre ellas incluyamos al ojo humano y a la cámara fotográfica, con lo cual se nos guió hacia la luz del saber y se nos explicó, en lenguaje sencillo cómo funcionaba la bendita cámara, para así entender oportunamente la analogía, y llegar al objetivo ulterior: aprender cómo funciona el ojo (y la cámara).

Varios años después, digamos bastantes, me toca reconocer que dudo si el objetivo de tan ambiciosa aspiración educativa se haya alcanzado satisfactoriamente conmigo.

2 comentarios:

Rambulera dijo...

Acaso necesitamos saber cómo funciona el reloj para usarlo bien???
Es interesante, cómo no, conocer la manera en que funcionan las cosas, pero aún es más importante usarlas bien...
Tanto con la lente como con el ojo simplemente hay que saber cuál es el ángulo a escoger para mirar las cosas de tal forma de sacarle el mejor provecho.... yo he visto una simple púa fotografiada por tí y es impresionamente impactante.... entonces creo que, aunque te niegues a aceptarlo, tienes el ojo necesario para darle vuelta a la tortilla... y hacer que algo tan ordinario y duro como una pua de alambre parezca una obra de arte... lo único que hace falta es práctica :)
no?

Agua dijo...

jajajajaja ...
se saben el cuento del cienpies que caminaba bien hasta que otro bicho le pidio que le explicara como podia mover todas las paticas... y el pobre cienpies intento explicarselo, analizandolo en mismo y tratando pata a pata...
El bicho nunca obtuvo respuesta... y el de muchas patas, jamas volvio a caminar!